La agencia alemana DPA puso en febrero 2015 sobre el tapete las impactos en la salud humana y ambiental de “herbicidas, fungicidas, insecticidas y fertilizantes en Uruguay”, señalando que la soja se ha convertido en uno de los principales rubros de exportación; “el sector que más utiliza fumigaciones aéreas con pesticidas que no están prohibidas ni reguladas” en el país.
Con la desidia y prescindencia, por no decir cooperación del gobierno, Uruguay está ya muy cerca del monocultivo que destruye sociedades en todo el Tercer Mundo, al haber “logrado” ya llegar a sobrepasar el 80% de soja en el conjunto de la producción agraria.
Aníbal Teràn Castromán, candidato a la intendencia de Treinta y Tres, alerta con estadísticas intranquilizantes sobre la proliferación de cáncer ern su departa-mento: “La población en general no sabe cuáles son los números oficiales, pero es inocultable que en Treinta y Tres todos tenemos un familiar, un amigo, un compañero de trabajo o un vecino, que está luchando contra una enfermedad oncológica, y casi todos tenemos la triste experiencia de haber perdido seres queridos a manos de este asesino que anda suelto.” Aquí no hay números, pero la pintura es inexcusable.
En 15 años de aplicaciones continuadas en EE.UU., Alexis Baden-Mayer [9] registra la ristra de enfermedades incrementadas por el uso de glifosato, a esta altura corroboradas por numerosísimas investigaciones que han dado por tierra los informes sesgados de transnacionales como Monsanto o de nuestro inefable Mulet.
Y algo que agrava el cuadro: la correlación entre el biocida y las enfermeda-des habrá de incrementarse por el paso del tiempo y la mera bioacumulación. Porque este biocida, como tantos otros, se ha usado tan “generosamente” que está en los alimentos que consumimos a diario, en el agua que bebemos o usamos a diario, en el aire, inevitable.
Las enfermedades que ya se sabe han aumentado en este período por el uso, precisamente de glifosato son, según la enumeración del citado Baden-Mayer: síndrome de deficiencia de atención e hiperactividad (TDAH); Alzheimer, anencefalia, autismo, malformaciones congénitas.