Sin embargo, virus y otros parásitos genéticos, como los plásmidos y los transposones, tienen señales genéticas especiales y una estructura general que evita la división. Disponen de una envoltura proteínica y emplea a la célula para realizar muchas copias de sí mismo, o puede entrar directamente en el genoma celular. Los plásmidos son piezas libres, por lo general circulares, un material genético que puede estar de forma indefinida en la célula, pero separado de su genoma. Los transposones o genes saltarines, son bloques de material genético que tienen la capacidad de pasar de un genoma a otro, multiplicándose o no en el proceso. También acabar en plásmidos y propagarse allí. Los genes también colocarse en parásitos genéticos, es decir, virus, plásmidos y transposones, y por lo tanto tener una mayor probabilidad de transferir el genoma a las células. Los genes parasitarios son vectores de transferencia horizontal de genes.
Los genes parasitarios naturales están limitados por las barrers entre las especies, es decir, los virus del cerdo sólo infectarán a los cerdos, pero no a los seres humanos, y los virus de la coliflor no atacarán a los tomates. Es la cápsula proteínica del virus lo que determina la especificidad del anfitrión, habiéndose observado que los genomas que no poseen la cápsula que lo envuelve tienen una mayor variedad de anfitriones que los virus intactos (11). Del mismo modo, las señales de propagación de diferentes plásmidos y transposones son por lo general específicas para una variedad limitada de especies anfitrión, aunque hay excepciones.
Los genomas se han ido ordenado, lo que hace evidente que el tráfico de genes y la transferencia horizontal de genes juega un papel muy importante en la evolución de todas las especies (12). Sin embargo, está claro que el tráfico horizontal de genes está regulado por barreras presentes en los organismos en respuesta a las condiciones ecológicas (13).
La Ingeniería Genética no regula la transferencia horizontal de genes
La Ingeniería Genética es una serie de técnicas de laboratorio usadas para aislar y combinar el material genético de cualquier especie y luego multiplicar estas construcciones en cultivos de bacterias y virus en el laboratorio. Sobre todo, las técnicas permiten que el material genético pueda ser transferido entre especies que nunca se cruzarían de forma natural. De esta forma los genes del hombre pueden ser transferidos al cerdo, ovejas, peces y bacterias; y los genes de la araña terminan en las cabras. Son genes completamente nuevos, exóticos, que están siendo introducidos en la comida y los cultivos.
A fin de vencer las barreras naturales entre las especies que limitan la transferencia de genes, los Ingenieros Genéticos han introducido una enorme variedad de vectores artificiales ( transporte de genes) combinando partes de los vectores naturales infecciosos -virus, plásmidos y transposones- de diferentes fuentes. Estos vectores artificiales generalmente no disponen de sus funciones que causan enfermedades, pero son diseñados para que atraviesen las barreras entre las especies, entonces este mismo vector puede transferir, por ejemplo, genes humanos a los genomas de todos los otros mamíferos, o plantas. Los vectores artificiales aumentan considerablemente la transferencia horizontal de genes (ver cuadro 1) (14).