Actualmente Argentina cuenta con cerca de 30 millones de hectáreas de bosque nativo, lo que equivale sólo al 30% de la superficie forestal original. El país se encuentra en una verdadera emergencia forestal. Acentuada en los últimos 15 años por esta expansión descontrolada de los plantíos transgénicos.
La lógica del modelo agropecuario impuesto desde el gobierno por medio del Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) tiene un profundo y negativo impacto en el sistema productivo de Argentina al consolidar un modelo de país agro-exportador basado en la agro-industria, pools de siembra /16, monocultivos de grandes extensiones, despoblamiento y éxodo rural hacia enormes ciudades no sustentables.
El PEA es contradictorio con la Ley de Bosques porque propone una expansión de la frontera agropecuaria de casi 10 millones de hectáreas, aumentando la superficie agropecuaria de 32 millones de hectáreas a 41 millones. Un crecimiento de 60% más de extensión para la agricultura y un 45% más para la ganadería.
Esta expansión ha demostrado graves consecuencias sobre las comunidades campesinas y habitantes originarios de los bosques nativos, con la complicidad de la burocracia provincial y los integrantes del poder judicial. Como en Brasil, los grupos de matones armados del agro-negocio han sometido a la violencia, desalojo, despojo, destrucción de viviendas y ganado, a quienes resisten el desmonte y el avance de la frontera de monocultivos.
La Ley de Bosques no sólo defiende los árboles, también en varios de sus artículos ampara a los habitantes históricos de las florestas. A nivel legislativo, en contraposición a Brasil, se ha avanzado mucho en ese aspecto, pero sin embargo en los últimos 5-6 años hay contabilizadas siete muertes relacionadas directamente con la deforestación en las provincias de Santiago del Estero, Formosa y Tucumán. En Formosa, quizá es donde los conflictos por la tierra han tomado mayor relevancia por la decidida resistencia del Pueblo Qom y Wichi a los empresarios sojeros y al gobierno provincial de Gildo Insfrán (gobernador desde diciembre de 1995, durante 5 ejercicios seguidos).
Madres de Ituzaingó
En Argentina la expansión de la frontera agrícola con transgénicos ha puesto en evidencia los problemas de salud que acarrean las fumigaciones con pesticidas. Este es el origen del difundido movimiento de las Madres de Ituzaingó (un barrio de la ciudad de Córdoba). “En enero de 2002, en el Barrio Ituzaingó de la ciudad de Córdoba, cuatro mujeres se encontraron en la verdulería y, casi sin saberlo, dieron comienzo a una lucha que ya lleva más de diez años. El 21 de agosto de 2012 esa lucha resultó en la primera condena en la Argentina a un productor agropecuario y a un aplicador aéreo por contaminar con agroquímicos y multiplicar los casos de cáncer en el barrio”…”Aquella mañana de enero una de ellas contó que a su hijo le habían diagnosticado leucemia, y entonces lo que parecía casualidad pasó a ser sospecha, porque en la zona había muchos casos similares” /17.
Preguntando, llegaron a Raúl Montenegro, biólogo y presidente de la Fundación para la defensa del Ambiente (FUNAM), que tras caminar por la zona detectó las fuentes contaminantes: el tanque de agua público del barrio y las pulverizaciones de agroquímicos. Como el ministerio de salud de la provincia de Córdoba no se interesó por sus denuncias fueron a los “medios” y presionaron hasta que dicho ministerio tuvo que resolver analizar el agua del tanque. Como era evidente, se comprobó la presencia de agroquímicos y metales pesados en el agua. De ahí exigieron un relevamiento de las enfermedades en el barrio y se comprobó que en casi todas las casas había una persona afectada por el envenenamiento del agua. Mientras, las fumigaciones aéreas continuaban y cuando se empezó a plantar soja las nefastas pulverizaciones llegaron hasta la calle que bordeaba el barrio. En ese momento se presentaron a la justicia e iniciaron un juicio.
De los tres acusados se condenó a un productor -inhabilitado para aplicaciones de agroquímicos por 8 años y prisión no efectiva por 3 años y al aviador fumigador, impedido por 10 años. Si bien el juicio era un gran triunfo porque reconocía la relación directa de la aplicación de agro-químicos con las dolencias, se imputaba la responsabilidad a los últimos eslabones de la cadena.
Para el biólogo Raúl Montenegro /18: “Este es un éxito espectacular de lucha grupal, pero no es un ejemplo de lucha comunitaria”…”en este barrio siguen existiendo fuentes de contaminación, riesgos ambientales que no están siendo tratados” y agrega: “Yo creo que la condena es importante, pero siempre hay que tener mucha cautela. En este juicio se condenó a ‘perejiles´. Eran dos productores y un agroaplicador. Uno quedó absuelto y dos quedaron condenados. Sin desmerecer su responsabilidad, no estuvieron sentados los verdaderos responsables… actores reales que son el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) que autoriza los plaguicidas, la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia) que autoriza los transgénicos, la Comisión Nacional de Semillas (Conase), corporaciones de sojeros como la Sociedad Rural, los funcionarios de Gobierno, los grupos corporativos de aplicadores.” Y por supuesto las corporaciones imperialistas de transgénicos y agroquímicos.