Tepco argumenta que no tienen los fondos o la experiencia para remover esas barras de combustible, aun cuando hace no mucho tiempo trataron de restarle importancia al evento de Fukushima. La compañía ya se está enfrentando a la bancarrota, pero existe un problema mucho más grande. Si las barras no se retiran apropiadamente, más de 400 toneladas de combustible en esa alberca podrían expulsar más de 15,000 veces la radiación que se generó en Hiroshima. No podemos dejar que esto lo manejen Tepco y el gobierno japonés. Ya no es un problema “externo”, sino una preocupación a nivel mundial a ser tomada con absoluta seriedad.
Olvídate de comer pescado irradiado en California o de tener que abandonar tu lugar favorito de sushi, Tepco está jugando con fuego. Existen otros tres reactores dañados que deber mantenerse fríos. La compañía continúa vertiendo más agua, que se vuelve tóxica con la radiación y se derrama a través de los núcleos del reactor. Las nubes de vapor en el lugar, indican que el proceso de fisión nuclear está sucediendo bajo tierra. Nadie sabe realmente dónde están localizados los núcleos. Esa agua irradiada se ha estado vertiendo en tanques muy frágiles para evitar que se siga chorreando en el Océano Pacífico, y muchos científicos dicen que esta agua no se dispersará lo suficientemente rápido para evitar dañar la vida en los océanos, y que tendrá efectos catastróficos a la larga para el mundo.
Aún más, el agua que ya se está generando, como desperdicio de lavadora, está debilitando la estructura de las unidades de la planta, incluyendo a la Unidad 4. Tan solo a unos metros de la Unidad 4, se asientan más de 6,000 ensambles de combustible en una alberca común, sin confinamiento y en completa vulnerabilidad, ya que si se presenta un temblor o un pequeño tsunami, o si las barras fueran extraídas sin un cuidado meticuloso, podríamos esperar una lluvia radioactiva como nunca antes habíamos visto en este planeta.
“De acuerdo a un experto y ex oficial del Departamento de Energía, Robert Alvarez, existen 85 veces más de cesio letal en el lugar que lo que se liberó en Chernobyl.”
Arnie Gunderson, ingeniero nuclear con más de 40 años de experiencia en el campo, dice que las barras de combustible están posiblemente dañadas, dobladas y derrumbándose, sin posibilidad de reparación. Aun así, el retiro de forma segura de estas barras de combustible es la preocupación más inmediata. No serán sólo niños japoneses sufriendo de enfermedades de la tiroides y envenenamiento por radiación. Si conoces a científicos que puedan ayudar, o si le puedes exigir a tu presidente o políticos que apoyen esta causa, por favor hazlo. El tiempo es, literalmente, esencial.