Finalmente, los agrotóxicos que estas empresas asocian a las semillas profundizan un genocidio silencioso que hoy está afectando a las poblaciones rurales y urbanas de todo el mundo, con enfermedades como alergias, cáncer, abortos espontáneos y deformaciones.
Y si hasta ahora estas corporaciones utilizaron nuestas semillas milenarias para sus negocios, hoy también se las quieren apropiar. Por eso el Ministerio de Agroindustria, con Ricardo Buryaile a la cabeza, enviará al Congreso de la Nación un anteproyecto elaborado para la modificación de la actual Ley de Semillas y Creaciones Fitogenéticas. Este es uno más de los muchos intentos de modificación que, desde 2012, buscan reconfigurar los mecanismos de producción, comercialización y propiedad de las semillas en nuestro país. Otra vez la discusión de este proyecto ha sido generada a espaldas de quienes seremos directamente afectados.
Pero nosotrxs seguiremos resistiendo en las calles y diciendo NO a la reforma de la Ley de semillas. Los compañeros/as de Chile, Perú y Colombia, que rechazaron esas leyes, nos mostraron la forma. Las experiencias de millones de campesinos/as y productores/as familiares, que practican milenarias formas de agricultura sustentable y sana, nos iluminan el camino. Porque creemos que la soberanía alimentaria es un derecho que se lucha.
¡No a la nueva ley de semillas Monsanto!
¡No a la privatización de las semillas y la vida!
¡Fuera Monsanto y las corporaciones del Agronegocio de América Latina!
¡Por una agricultura para alimentar y en manos de los pueblos!
Multisectorial contra la Ley Monsanto de Semillas
noalanuevaleydesemillas@gmail.com