Por Patricio Villa, Resumen informativo, 22 de junio de 2014
La industria forestal se expande. El reciente 21 de mayo Bachelet anunció que “los bosques son un pilar importante de nuestra economía y hay que apoyar la inversión en ellos, una que sea social y medioambientalmente sustentable. Con ese fin, prorrogaremos la vigencia del DL 701”.
La presidenta confunde o, lisa y llanamente, miente, al nombrar por bosques a las plantaciones forestales. Un bosque es un conjunto diversos de árboles y otras especies convivientes en un espacio determinado. En ellos hay ciclos regulados naturalmente que aseguran su sustentabilidad y servicios ambientales tales como la provisión de agua y alimentos, la regulación del clima, la absorción de carbono, espacios de belleza y otros tantos.
Nada de esto es propio de las plantaciones forestales, dispuestas exclusivamente para proveer de madera al negocio forestal, sin permitir la diversidad de especies, pues representan competencia o riesgos para el crecimiento de los árboles “productivos”.
Prorrogar la vigencia del Decreto 701 significa continuar con la bonificación estatal para los gastos de plantación forestal, cubriendo el 90% de los gastos de los pequeños propietarios, el 75% para los medianos y un 50% para los grandes. El aparente beneficio para los pequeños propietarios constituye la nueva estrategia del empresariado forestal, en tanto sus terrenos ya están erosionados y buscan desentenderse de los riesgos de incendio o plagas que una plantación tiene. De cualquier forma, el duopolio de Forestal Mininco y Arauco, serán los compradores de la madera, controlando su precio.
Árboles Transgénicos
Otra muestra de la diferencia entre una plantación forestal y un bosque es la incorporación de ejemplares de pinos y eucaliptos transgénicos para hacer más rentables los procesos de la industria, sin que exista una legislación que lo regule.
En el país se han articulado diversas iniciativas para la modificación genética de árboles. Una que ostenta grandes expectativas es Genómica Forestal. Su estructura de financiamiento grafica el modo en que la industria forestal se ha desarrollado en estas últimas cuatro décadas.
La empresa Genómica Forestal la componen las forestales Mininco y Arauco, la Universidad de Concepción, CEFOR (empresa de la Universidad Austral) y Fundación Chile. Se inició el 2004 a partir de la adjudicación de recursos públicos y hasta ahora trabaja en diversas líneas de investigación:
a.-Generar eucaliptos globulus con mayor cantidad de celulosa.
b.-Generar eucaliptos globulus con mayor resistencia al frío. La expansión forestal se orienta hacia el sur y a la Cordillera de los Andes, por cuanto requieren de árboles se adapten al clima de estos lugares.
c.-Generar pinos radiata resistentes al hongo Fusarium Circinatum y anticiparse al posible contagio que sería letal para plantaciones recientes y prontas a cosechar.
d.-Evaluar la función de diferentes genes en pinos radiata con el propósito de convertirlos en árboles de mayor rendimiento en cuanto a su utilización en la industria de la celulosa.
Qué son y cuáles son los riesgos