Siembra de agua y huertas paltas
Hablamos primero del sistema de siembra de agua o Catacocha, que es un humedal léntico artificial de gran complejidad tecnológica de origen ancestral propio de la región de los Andes Bajos Ecuatoriales, territorio que en el período de integración (900 a 1470 DC) fue ocupado por los denominados Paltas y otras importantes culturas, previo la incursión del incario.
Los Paltas fueron capaces de adaptar su modelo agrario al ecosistema de bosque seco y la heterogeneidad edafo-climática de la zona. La Catacocha implica la creación de grandes lagunas de infiltración en zonas altas estratégicamente dispuestas, que captan la escorrentía de aguas lluvias a través de brazos o canales y la percolan a la profundidad del suelo.
Esta agua infiltrada aparece en vertientes en zonas más bajas y se moviliza por quebradas; allí se instalan los denominados “tajamares”, que son barreras o muros de piedra interpuestos en el curso de la quebrada que reducen la velocidad del agua y la represan evitando su pérdida, mientras que en sus riberas permiten la generación de biomas con alta diversidad.
Ya en el ingreso a los predios se disponen los “pilancones” que son reservorios o estanques que permiten la captación del agua para el uso agrícola y consumo humano. Se ha observado que durante los inviernos el sistema se llena (saturación del subsuelo por la infiltración), para luego ser aprovechado en los meses muy secos (aumenta el volumen en las vertientes).
Los sistemas agrícolas que se sirven de las catacochas tienen gran notoriedad paisajística, agrobiodiversidad y un complejo tecnológico basado en sistemas agroforestales que denominaremos “Huertas de los Paltas” por su autenticidad y particularidad.
La crianza de animales no deja de ser importante y es sorprendente también el sistema tradicional de maíz de una variedad criolla adaptada a las condiciones de sequedad y terrenos pedregosos (maíz de piedra); el sistema tradicional de maíz incluye al ataco y al sangorache (Amaranthus quitensis y A. Spp-), otras especies igualmente resistentes a la sequía.
En las zonas más bajas, donde no operaba el sistema de lagunas de infiltración, se idearon las “terrazas hundidas” que permiten la saturación de humedad durante el invierno para sobre ellas cultivar en verano; también se practica la agricultura de “lecho de río” que dispone del propio canal del río en el verano cuando baja o cesa el caudal, y así se habilitan huertas que garantizan la producción alimentaria.
Esta es la albarrada más alta sobre el pueblo de Catacocha, provincia de Loja