La chakra andina
La Chakra Andina o chagra, es la forma de agricultura propia de los pueblos indígenas quichuas de la sierra y podemos encontrarla en todo el callejón interandino, propiamente desde el sur de la provincia de Carchi (fronteriza con Colombia) hasta el norte de Loja (fronteriza con Perú).
Se caracteriza por una alta agrobiodiversidad y un complejo sistema de semillas y adaptaciones varietales que se desarrollan en los diversos pisos agro-climáticos de la serranía, aproximadamente entre los 2400 y 3500 metros sobre el nivel del mar, donde se reconocen generalmente tres zonas: alta, media y baja (y zonas de transición).
Desde su origen prehispánico, la chakra se orienta a la satisfacción de la alimentación familiar y comunitaria, este criterio es el que determina qué y cuánto debe sembrarse. La influencia del ciclo lunar y varias señas agroclimáticas, definen cuándo sembrar; los solsticios y equinoccios marcan los hitos del calendario agrofestivo andino.
Una serie de prácticas ingeniosas y tecnologías muy funcionales para el manejo ecológico del suelo, agua, cultivos y crianzas, son las claves para la sostenibilidad del agroecosistema y explican cómo producir.
Otra característica clave es el complejo cultural, los ritos y tradiciones ancestrales que acompañan el desarrollo de cultivos, crianzas y alimentación; éstos le dan sentido espiritual y de profunda conexión con la realidad, Allpa Mama (madre tierra –suelo vivo), Yaku Mama (agua viva) y la Pacha Mama (el contexto natural y energía vital universal), y han sido claves en el mantenimiento de la cohesión y ampliación del tejido social, que se expresa en la familia, la comunidad indígena y sus formas organizativas.
El Wachu rozado y la finca de los pastos
El Wachu Rozado es una tecnología de labranza mínima de origen milenario, base de un complejo agrosilvo pastoril que denominaremos “Finca de los Pastos”, haciendo referencia a los pueblos ancestrales que habitaron los territorios norandinos del Ecuador y sur de Colombia, particularmente la provincia del Carchi, y que hoy se reconocen en proceso de revitalización cultural.
El sistema integra una mezcla de pastizales (que incluye variedades silvestres y modernas) para la crianza de ganado vacuno en rotación con variedades de papas, y algunas veces otros tubérculos y cultivos andinos; además plantas forestales y arbustivas con funciones ecológicas, mecánicas o medicinales. La práctica del wachu rozado se aplica de forma manual con un apero específico (palón con cute).
La finca de los pastos se desarrolla en el contexto del Páramo Norte Andino donde el conocimiento profundo y la relación viva y cercana con este ecosistema frío y húmedo, es otra característica importante de la cultura agrícola que aquí se construye.